Cuando hace unos meses Patricia me lo sugirió, no supe decir que no. Andaba dándome de bofetadas por cierto foro, percibiendo que las escasas ventanas de libertad que tienen los que pensamos como nosotros, sufren zancadillas constantes, en una estrategia perfectamente orquestada ya sabemos por quiénes, y desde la tristeza de la percepción de que entre nosotros mismos hay tontorrones, maricomplejines, ya sabéis, que en un deseo constante de ser guay, contribuyen a nuestra propia destrucción.
Me expulsaron los guays, mis propios guays.
“Eres demasiado brusco”. “Vas a la confrontación”. “Tensas el debate”. Y la palabra definitiva: “crispas”.
Resultado: aquellas páginas, seis meses después, están ya copadas por el pensamiento único. Y es que huir de la confrontación es garantizar la derrota. No, no se trata de ejercer el matonismo. Es cuestión, simplemente, de exigir que nos respeten. De lo contrario alguien piensa que sale gratis, y un buen día nos encontraremos con un accidente mientras nos agachamos a por jabón. Y es que, queridos amigos, la sabiduría popular nos tiene enseñado que un cachete hoy evita una guerra mañana.
Bien, pues me vine a PuntoLiberal a FRUNCIR EL CEÑO, y a desahogar, desde una de las escasísimas ventanas abiertas a nuestra libertad, los sentimientos de rabia y de incredulidad ante la pasividad con que la sociedad de mi país tolera ser gobernada por un hatajo de traidores e incompetentes.
Somos todos socios del mismo Club, España, y se trata de nombrar directivas que lo gestionen bien y que gane títulos. Los hay que prefieren apoyarse en la cantera, y quienes son más partidarios de los fichajes rimbombantes, pero todos, los unos y los otros, quieren lo mejor para el club, toman sus decisiones pensando en que son las mejores para el colectivo.
Así debería ser.
¿Es lo que vemos?. Hay está la cosa.
Y aunque somos muchos, muchísimos, millones, los que pensamos así, apenas disponemos de medios de comunicación que expresen nuestras ideas. Y además están estigmatizados, que la exclusiva de la “democracia” de la “libertad” del “progreso” de la “cultura”, la tienen ellos, aunque no sepan juntar dos letras y veamos todos los días practicar la cleptocracia, someter a la Justicia, o acochinar a Montesquieu.
Puntoliberal representa apenas un ojo de buey para las necesidades de millones de españoles, pero es que hay tan pocas ventanas abiertas, que abrir o cerrar cualquiera de ellas se vuelve trascendente.
Ah, Xocainet, es valenciano, tiene 48 años, está casado y es padre de dos hijos. Reciban los oyentes, llegadas estas fechas los mejores deseos, míos y de mi familia, para que el camino por el que transitamos, discurra cuanto antes cuesta abajo.
Ya nos va tocando
No hay comentarios:
Publicar un comentario