lunes, mayo 07, 2007

PABLO, PABLITO, PABLETE

Oigo no pocos comentarios, que me resultan molestos, acerca de la poca viabilidad del discurso de Sarkozy para España, que en opinión de los sesudos contertulios resulta pelín asilvestrado, un tanto excesivamente conservador, fachoso, o sea.

Hablar de responsabilidad, de esfuerzo, de valores, de respeto, no es democrático, que aquí la etiqueta te la ponen esos que todo lo saben, y que te pueden tirar un tomatazo en el supremo ejercicio de su libertad, a la vez que te impiden hacer lo mismo porque si lo haces tú es que eres un tremebundo fascista.

Y así se ha vendido en los fastuosos medios de comunicación españoles, a excepción de los apestados de costumbre, que hasta última hora han querido convencernos de las bondades de Mme. Royale y del peligroso extremista, elitista y altivo Nicolás.

Pero ha ganado, carambas. Y es que no aprenden, que ya les pasó con un tal Kerry, que en las ansias anti Bush hicimos aquel espantoso ridículo haciéndole ganador. Ridículo superado cuando "fracasamos" a la Merkel. Que quedó en nada comparado con aquel inefable "la France vote OUI", que otra cosa tampoco pero la vista de nuestro penco ni Santa Lucía, oye tú.

Pues ahora resulta que hay que echar agua al vino de la derrota socialista, del mayor triunfo en la historia desde Pompidou.

Pues hala. Que resulta que Pablo Sebastián, otro que juega a dador de honras, que él todas las tiene, dice, después de titular en su ESTRELLA que “Sarkozy promete a los franceses trabajo, autoridad y respeto” (madre mía, cuánta caverna junta, sacré bleu), se descuelga en su columna editorial con un “Triunfo centrado de Sarkozy”.

Jugar a la equidistancia, sin mayor criterio, nos lleva a los más penosos ridículos. Doña Aurora Pavón camino del geriátrico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aurora Pavón es el nombre con que el pavo comparecía desde EL MUNDO años ha.