SALVAR AL GUDARI DE JUANA (COGIDOS POR LOS VAGONES)

Los cuatro magistrados que votaron en contra y que han anunciado voto particular son los tres que constituyeron el tribunal sentenciador contra la causa De Juana por amenazas. Se trata de Manuela Fernández Prado, Ángel Hurtado y Carmen Paloma González Pastor, a los que se ha sumado una cuarta magistrada, Clara Bayarri.

De 16, 4, y oh casualidad, en estos cuatro van contados los tres que habrían tomado la decisión de no mediar el escrito de Guevara solicitando Pleno.

No querían hacer de él un mártir, decían los huevones. Preferían la fanfarria de bienvenida al héroe.

En España, ya se sabe, sólo prevarica Gómez de Liaño. Si lo que tocamos son las pelotas de todos los españoles no hay delito, tranquilos, que aquí los únicos cataplines intocables son los de Polancone. Polancone = Prevaricación escandalosa. Resto del mundo = casualidad casualidosa.

Siguen balando las ovejas, mientras me pregunto qué se necesita para que el miserable se siente en el banquillo.

Mientras me duelo de mis alifafes algo vengo ganando. Repámpanos, he comido para veinte días.

SACRE BLEU

Parece que la sección segunda no se está portando bien.
O sí.
La única conexión entre los detenidos y las responsabilidades penales derivadas del sumario del 11M, estriba en cierta mochila aparecida en la Comisaria de Vallecas, con Goma 2 ECO y unos móviles con tarjetas, a través de los cuales fue cayendo la morería, casualmente integrada, casi toda, fíjate, oye tú, por confidentes de la policía. Y además, de los nombres que contiene el sumario, ahí va, pues héteme que la mayoría está en el criadero de la malva.
Y, sapristi, como que no se sabe qué explotó en los trenes, lo que tiene nísperos, a casi tres años del evento. El tracto sucesivo de la lógica más elemental, como que no. Y Del Olmo, ese hombre, tiene que presenciar el desaire de que la Sección Segunda recabe el dato insustancial.
Y tate, que además llama a declarar como testigo a Parot, (¡Comooor!) y a los angelitos de la caravana de la muerte.
¡Conde, haz algo, que lo flipo!

VOCENTO

En la escalera, a la entrada, el avispado repartidor deja todas las mañanas la montonera, y antes de las 9 ha desaparecido. El sudoku – me digo –. Y como es gratis, qué caramba, pues como que se viene conmigo.
Es costumbre, Pedro J. creo que fue el pionero entre nosotros, colocar bajo la cabecera una frase célebre al hilo de la actualidad. Se ha convertido en el editorial más breve, y muchas veces punzante, en estos tiempos agónicos de la prensa escrita, muerta de velocidad, sea por las prisas de una sociedad cada vez más "stressada", que no puede pararse a leer sesudos artículos de opinión, o por la irrupción de este invento del "internés".
Bien. La frase en cuestión de hoy reza como sigue: "Si quieres la paz, no hablas con tus amigos. Hablas con tus enemigos".
Me he quedado traspuesto.
Sobre todo viendo el nombre del autor, un tal Moshe Dayan. ¿Moshe Dayan? ¿Estamos hablando de aquel célebre general israelí del no menos famoso parche en el ojo?. Toma nísperos.
¿Se imaginan a Moshe Dayan hablando en esos términos de una banda terrorista en su país?. Yo, "ni jarto vino".¿Qué reacción cabría esperar en sus ciudadanos?. Conociendo el paño, por lo menos me lo empluman.
En un contexto de guerra, de agresiones mutuas, la búsqueda de la paz. Frase perfecta. Pero ¿estamos hablando de lo mismo?
El lavado de cerebro es constante, por tierra mar y aire, a lomos del relativismo moral imperante, y a las demoledoras consecuencias de la LOGSE.
De puro cabreo, me he quedado sin sudoku.
A la papelera. Directo.

VACUUM DESIDERATUM

Está muy bien esto del consenso. ¿Qué mejor que todos unidos con un mismo fin?. Y ahí precisamente está la cosa: ¿Qué fin nos une? ¿La paz? ¿Con quién? ¿Con los que dicen que ETA ha puesto más que el gobierno en el “proceso”?. ¿Con quienes comparten los objetivos últimos de los que ponen las bombas? ¿Cómo lograr la paz? ¿Negociando con quienes nos hacen la guerra? ¿O derrotándolos?.

Pues eso, que está muy bien.

Pero oigo demasiado estos días que “el pueblo español ve horrorizado como los políticos son incapaces de alcanzar un “acuerdo”, como si fuera eso lo fundamental y lo accesorio el fin pretendido.

Haga el Gobierno cualquier estupidez que la oposición debe suicidarse con él.

Aquí no se trata de reprochar al gobierno los atentados. Es evidente que los criminales, mientras el mundo siga girando, existirán. Y para eso está la policía, los tribunales, y un sistema penitenciario.

Lo imperdonable es poner al Estado de rodillas.

Y de eso ha habido algo.

Yo, al menos, así lo creo.

Y si se quiere el “consenso”, el Gobierno lo tiene muy fácil. Si no tuviera tantas hipotecas, claro.

Poner el acento, el foco, el desideratum, en "la unidad de los demócratas", siendo accesorio para qué queremos esa unidad, pese a ser requerido de forma reiteradísima por aquél a quien le exige seguidismo, es una forma tontorrona de ver el asunto, francamente trivial, vacua.

Como la cabeza del solemne

LAS COSAS SON ASÍN

Empieza el combate.
Pim, pam, pum. Plaf, pataff... Uno de los contendientes está recibiendo la tunda de su vida. Y esta otra. _ -Tchin - . Ha dolido: en todo el cielo del paladar. Se desmorona. Cae. El árbitro inicia la cuenta: 1, 2, 3... 10. Ha ganado. Levantan los brazos del campeón. El público grita alborozado. Todos los periódicos narran la gesta, aunque el victorioso púgil no pudo leer sobre su hazaña hasta varios días después, cuando recuperó el conocimiento.

El solemne ha quedado hecho unos zorros. Gagá y pidiendo árnica por las esquinas. Y la muchachada, qué abusante con el pobre Bambi, que te saca tarjeta roja por golpes bajos a la altura del rostro, qué rostro, el del fulano. Será porque los webos los tiene en la cara. Porque se le han subido hasta tan arriba de puro cague, de puro inútil, de puro traidor.

Balbucea, el solemne, no sabe otra cosa, un gran pacto. ¿Con quién? Con todo el mundo. Y entra hasta el Gremio de Horneros de Matalascabras. Coño, si por entrar entraría hasta la propia ETA. Qué gran hombre.